SPV F7 3 – 3 ALBADALEJO (26/05/2025)
Partido que los rojinegros esperaban remontar contra un equipo a priori inferior, ya que quedó 5º clasificado en 2ª división. Segundo partido de Copa de Primavera, con lo que se alcanza el ecuador de esta competición prácticamente y se afronta la recta final de la temporada. Sin embargo, una cosa es el papel y otra la realidad.
El rival Albadalejo, compuesto por un grupo de jugadores muy jóvenes, se revelaron como un hueso muy duro de roer. Jugadores que no pararon de correr y disputar hasta el último balón, pusieron las cosas muy difíciles a nuestros chicos.
Todo comenzó de la mejor manera posible, con un buen gol de Silveti en el minuto 1:30 de la primera parte. Sin embargo, fue tan sólo un espejismo: en el minuto 5 los rivales amarillos engancharon un buen zarpazo que igualó el marcador. Y las espadas permanecieron en alto sin desnivelar de nuevo el marcador hasta el descanso, con lo que se demostró que ambos equipos querían la victoria y estaban por la labor de emplearse a fondo.
En la segunda parte, el equipo rojinegro cambió su sistema de juego, con la finalidad de secar el mediocampo amarillo que tantos quebraderos de cabeza estaba llevando a nuestros jugadores, pasando de un 3-2-1 a un 3-3. En el minuto 3 un jugador amarillo, embalado e imparable se zafó de hasta 4 jugadores rojinegros y marcó el 1-2. Pero no, los rojinegros no bajaron los brazos y un minuto después Javi volvió a empatar el encuentro (2-2) con una jugada de maestro. Tampoco los rivales bajaron los brazos y volvieron a marcar dos minutos después: en el 6 se volvieron a adelantar 2-3. Y, ni aún así, los rojinegros bajaron los brazos: en el minuto 10 Sebas marcó el empate a 3 que resultaría definitivo al final del encuentro.
Lo peor fue el cabezazo de Antonio con un rival, que le inflamó la ceja izquierda y tuvo que ser sustituido en el minuto 20 de la segunda parte (Silveti, jugador polivalente rojinegro, cogió las riendas del centro de la defensa).
En resumen, un muy buen partido del equipo que muestra porqué está en primera división y hace honor al lema del club: labor omnia improba vincit (El trabajo duro todo lo puede).


